martes, 29 de noviembre de 2011

Del bosque a la mesa: Sopa de "fredolics"

Una remesa de "fredolics" (negrillas) recién cogidos del bosque es la oportunidad que estaba esperando para preparar esta apetitosa receta de sopa de "fredolics" o sopa de negrillas.


Ingredientes para 4 personas:

Unos 350 gr de negrillas ya limpias, 1 diente de ajo, 1 cebolla mediana, unos 20 gr de almendras crudas, una rebanada de pan  (del tamaño aproximado de una de pan de molde), aceite de oliva virgen extra, sal, romero y unos 600 ml de caldo de pollo.


Elaboración:

Limpiamos cuidadosamente los  "fredolics"  retirando, con un cepillo o brocha, los posibles restos de tierra.  Es una seta que se rompe fácilmente y cuya duración no es muy prolongada.  Reservamos unos cuantos de los más pequeñitos para la guarnición. 


En la olla o cazuela donde vayamos a hacer la sopa echamos un buen chorro de aceite de oliva y freímos el diente de ajo, las almendras y la rebanada de pan.  Retiramos de la olla y reservamos.  Picamos la cebolla y la echamos para que se vaya haciendo a fuego lento durante unos 15-20 minutos.

Transcurrido ese tiempo añadimos los  "fredolics"  y, a fuego medio, los dejamos unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando.  Añadimos el caldo de pollo, el ajo, las almendras y la rebanada de pan frito.  Dejamos cocer a fuego lento durante unos 15 minutos.  A media cocción añadimos la sal y un toque de romero en polvo para potenciar el aroma a bosque de las setas.

Finalizada la cocción trituramos y servimos la sopa acompañada por las  negrillas reservadas para la guarnición y que habremos salteado anteriormente con un poco de aceite de oliva.  Opcionalmente podemos añadir también unos piñones fritos o tostados que casarán perfectamente con el plato.

Consejos:

Con la cantidad de caldo indicada en la receta quedará una sopa con bastante "cuerpo", pero perfecta para mi gusto.  Si queréis una textura más líquida simplemente añadir un poco más de caldo.

He probado a hacer esta receta con champiñón normal y sin caldo de pollo y queda también muy buena.  Se pueden sustituir las almendras por avellanas y añadir un chorrito de leche a la hora de triturar para darle un toque suave y especial.

Y hasta aquí la receta de hoy.  Una sopa de  "fredolics"  directa del bosque a la mesa.  Y con el resto de las negrillas y los  "mollerics"  que también aparecen en el cesto, pronto una nueva receta.

Gracias por leerme y hasta pronto.


jueves, 24 de noviembre de 2011

Del bosque a la mesa: Pasta con "mollerics"

Una nueva remesa de  "mollerics"  recién cogidos me da la oportunidad de presentaros esta sencilla pero exquisita receta de pasta fresca con setas.  En esta ocasión añadí unos cuantos  "rovellons" (níscalos) que había comprado en el mercado para otro plato, un  "fricandó amb bolets",  pero éste es tema para otro momento y otra entrada.


Ingredientes para 4 personas:

Setas,  una cebolla mediana, una trufa negra, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta negra y la pasta escogida.  En esta ocasión compré 100 gr de pasta fresca artesana por persona.
  

Elaboración:

Picamos la cebolla y la ponemos en una sartén con un chorro de aceite de oliva, un poco de sal y a fuego lento para que se poche bien. Mientras tanto, limpiamos y troceamos los "bolets" y los ponemos en otra sartén con un chorrito de aceite y a fuego medio para que suelten el agua.

Cuando la cebolla está transparente añadimos la trufa picada y dejamos un par de minutos más.  A continuación añadimos las setas, que ya habrán perdido el agua, removemos y dejamos que se mezclen los sabores y aromas durante unos cinco minutos a fuego medio-lento.  A media cocción, un poco de pimienta negra recién molida y rectificamos de sal si es necesario, ya que las setas no llevaban.

Mientras tanto podemos hervir la pasta al gusto.  Esta pasta fresca que compré tiene una cocción de 5 minutos, lo justo para terminar de hacer las setas.  Escurrimos la pasta, la colocamos en el plato y añadimos los  "bolets". 

Consejos:

Lo único que se me ocurre para acompañar este plato es un buen vino y alguien que se acuerde de tu dulce favorito.  En mi caso estos macarons, de una exquisita pastelería del Born que visitamos siempre que hay ocasión.  


Y hasta aquí la receta de hoy.  Pronto una nueva receta con  "fredolics"  (negrillas)  directos del bosque a la mesa.

Gracias por leerme y hasta pronto.


sábado, 19 de noviembre de 2011

Del bosque a la mesa: "mollerics" (II) Receta paso a paso

En la entrada anterior hablábamos de los  "mollerics"  y de su forma de limpiarlos y prepararlos para cocinar.  Ahora os voy a mostrar una sencillísima receta de  "mollerics"  salteados con ajo y perejil, que puede servir como perfecta guarnición para una carne o pescado. 

En este caso fue el complemento perfecto de un lomo empanado acompañado de arroz blanco, que era la comida prevista para el día de la excursión.  Todo improvisado porque... ¿quién puede resistirse a preparar unos  "bolets"  recién cogidos del bosque?


Ingredientes: 

Setas  (en este caso, "mollerics"), aceite de oliva virgen extra, un diente de ajo, perejil, sal y pimienta negra.

Elaboración:

Tan sencilla que, con las fotografías paso a paso, casi no se necesita explicación alguna.  Comenzamos con los  "mollerics"  ya limpios y preparados como indicábamos en la entrada anterior.


Ponemos en una sartén a fuego medio un poco de aceite de oliva y echamos las setas para que vayan soltando el agua.  Vamos removiendo con cuidado.



Una vez que se haya evaporado casi por completo el agua de los  "bolets"  añadir el ajo y perejil picados y, si es preciso, un poco más de aceite de oliva para que no se sequen demasiado.  Un poco de sal, un toque de pimienta y bajamos un poco el fuego.  Seguimos removiendo o salteando con cuidado.


Transcurridos unos minutos ya podemos disfrutar de unos exquisitos  "mollerics"  para utilizarlos, como en este caso, para una improvisada guarnición.

  
Consejos:

Una vez en la mesa lo mejor fue mezclar los  "mollerics"  con el arroz blanco.

Las setas no se deben lavar con agua, lo ideal es disponer de un pincelito o cepillo suave para retirar las impurezas o bien rascar cuidadosamente con un cuchillo.  ¡Es increíble el aroma a bosque que se disfruta en una cocina donde se están manipulando setas...!

Y hasta aquí la receta de hoy.  Os avanzo que, mientras estoy escribiendo, tengo otra remesa de  "mollerics"  recién cogidos esperando su minuto de gloria.

Gracias por leerme y hasta pronto.


Del bosque a la mesa: "mollerics" (I)

Este está siendo un annus horribilis para los amantes de las setas, para los  "boletaires".  Esperemos que la temporada, aunque sea tardía, nos dé buenos frutos y podamos volver de nuestras excursiones con buenos y variados  "cistells de bolets"  para poder preparar y compartir las tan esperadas recetas de  "bolets".

Pero como siempre veo el lado positivo de las cosas, la ausencia de otro tipo de setas me ha llevado a descubrir un "bolet" que ya conocía y que había probado anteriormente, pero siempre mezclado con otros y nunca en solitario:  el  "molleric".  No es muy apreciado y, a pesar de ser muy abundante, no se acostumbra a encontrar en el mercado y llegando a hablar, incluso, de poca calidad culinaria.




El tamaño de su sombrero varía entre los 5 y 14 cm, aunque los mejores ejemplares son los más pequeños.  El "molleric" se caracteriza por poseer un cutícula húmeda que recubre el sombrero y una esponja en vez de láminas, como observaréis a continuación.  


En las siguientes fotos podéis ver un corte donde se distinguen claramente la esponja y la cutícula de las que hablábamos anteriormente.  Ambas se deben retirar antes de cocinar.



La forma de preparación de estas setas es muy sencilla, aunque un poco laboriosa.  Pero os aseguro que un poco de trabajo vale la pena para descubrir un "bolet" gastronómicamente desconocido pero de sorprendente sabor y textura.

Os voy a explicar y mostrar a continuación los tres pasos a seguir para prepararlos.  La retirada de la cutícula es muy sencilla: tirando de un borde sale casi íntegramente.  Con la ayuda de una puntilla o cuchillo en punta retiramos cuidadosamente la esponja y, por último, rascamos el pie.




Este es el resultado obtenido tras un ratito de trabajo:  un plato de  "mollerics"  limpios y listos para cocinar. 

Para no extenderme más aquí os invito a que paséis a la segunda parte de esta entrada donde veréis una sencillísima e improvisada receta, paso a paso, de cómo disfrutar de unos  "mollerics"  recién cogidos del bosque.

Gracias por leerme y hasta pronto.



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